Ismael Zambada García: quién es y por qué sigue en el radar
Si alguna vez escuchaste hablar del cártel de Sinaloa, seguro el nombre de Ismael Zambada García apareció entre los más comentados. Apodado "El Mayo" por su hermano, este mexicano lleva décadas en la cima del narcotráfico y es una pieza clave para entender cómo funciona el negocio de la droga en América Latina.
Orígenes y ascenso al poder
Zambada nació en Culiacán, Sinaloa, en 1948. Desde joven se rodeó de gente del mundo criminal y, a los 30 años, ya estaba involucrado en el tráfico de marihuana. Cuando Joaquín "El Chapo" Guzmán empezó a consolidar su propio cártel, Zambada se unió y pronto se convirtió en uno de los principales distribuidores.
Lo que lo diferencia de otros capos es su capacidad para mantenerse fuera del foco mediático. A diferencia de Guzmán, quien buscó la fama, Zambada prefiere operar bajo el radar: menos apariciones públicas, menos fotos y, por lo tanto, menos pistas para las autoridades.
Operaciones y estructura actual
Hoy el cártel de Sinaloa controla gran parte del tráfico de cocaína, metanfetaminas y fentanilo que llega a EE. UU. y Europa. Zambada dirige una red de productores en la sierra de Sinaloa, laboratorios en México y rutas marítimas que usan puertos de Veracruz y Manzanillo.
Una de sus estrategias más efectivas es la diversificación. No solo trafica drogas; también invierte en negocios legales como agricultura, construcción y transporte. Esa fachada permite lavar dinero sin levantar sospechas.
En los últimos años, la presión de la DEA y la Fiscalía General de México ha aumentado. Sin embargo, Zambada ha sabido adaptarse: cambia de rutas, usa criptomonedas y confía en contactos dentro de fuerzas de seguridad para evitar redadas.
La última captura importante fue la de su hijo, Ismael "El Mayita" Zambada, en 2022. A pesar de esa pérdida, la organización siguió operando sin interrupciones significativas, lo que muestra la capacidad de delegar y la solidez de la estructura.
Para el público, la figura de Zambada representa el lado más discreto pero igual de peligroso del narcotráfico. No busca protagonismo, pero su influencia es enorme. Por eso, cada vez que se publica una nueva orden de captura, la prensa se vuelve a centrar en él.
Si te preguntas por qué sigue siendo un objetivo, la respuesta es simple: su control de rutas y laboratorios sigue generando ingresos multimillonarios que alimentan la violencia y la corrupción en la región. Las autoridades internacionales lo consideran uno de los diez narcotraficantes más buscados.
En resumen, Ismael Zambada García combina discreción, inteligencia financiera y una red de contactos que le permite mantenerse en la cima del crimen organizado. Mientras no se desmantelen sus operaciones, seguirá siendo una pieza clave en la lucha contra el narcotráfico.